Al momento de comprar una cámara debemos tener claro para qué la queremos. Esto suena obvio pero muchas veces compramos una cámara de paseo cuando realmente necesitábamos por lo menos una semiprofesional que nos diera mejores resultados.
Para fotos de familia, paseos y entre amigos es suficiente una compacta que no ocupa mucho espacio y ofrece funciones más automáticas e imágenes de calidad regular y media.
Pero para estudiar fotografía es mejor contar con una réflex o por lo menos una bridge, que ofrezca ajustes de balance de blancos, modo de toma manual, prioridad abertura y velocidad, zoom óptico, compensación de exposición y ajuste de ISO o sensibilidad. Algunas compactas traen algunas de estas funciones sin embargo son lentas en condiciones de iluminación débil y producen efecto de ruido digital aún cuando el modelo ofrezca tamaño de 12 megapixeles.
Si sólo cuentas con una compacta vas a tener comodidad al llevarla pero una réflex te dará posibilidad de ampliar las opciones de lentes y flashes a medida que avances en tus habilidades.
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